Trieste: entre el cielo y el mar

Trieste (esloveno Trst, friulano Triest) es una ciudad situada en el norte de Italia, a orillas del Mar Adriático y hace frontera con Eslovenia. Cuenta con 208.614 habitantes (2007) y disfruta de un clima suave y soleado, menos cuando sopla la bora, un viento que sopla desde los 80 a los 180 km/h. Es la capital de la provincia del mismo nombre, en la región llamada Friuli-Venezia Giulia.

Castillo Miramar en Triesti

En la historia de Trieste destacan los vínculos constantes con el vecino reino de Austria, primero entre el 1202 y el 1382 cuando se convirtió en posesión austriaca bajo la corona de los Habsburgo y, posteriormente, después del periodo napoleónico, cuando la ciudad pasó nuevamente a ser dominada por los Habsburgo hasta convertirse en una de las poblaciones más importantes de todo el litoral adriático.
Dado que era la única ciudad con actividad portuaria que integraba el imperio, a lo largo de toda esta época mantuvo relaciones comerciales constantes con Italia y, además, fuertes vínculos culturales con las regiones italianas vecinas, principalmente con Venecia.
Después de la Primera Guerra Mundial esta unión cultural subyacente y, en definitiva, su sentimiento de pertenencia al país vecino llevaron a los habitantes a luchar contra la dominación austriaca. Sería en 1921 cuando Trieste quede de nuevo anexionada a Italia.
Ahora bien, su historia de tensiones constantes no acaba aquí. En el marco de la Segunda Guerra Mundial, Trieste fue ocupada por los alemanes, quienes construyeron en las inmediaciones de la ciudad el único campo de exterminio que recuerda en tierras italianas la tragedia de aquellos días.
Al final de la guerra, Trieste quedó dividida en dos zonas, la zona A y la zona B, que pasaron a ser administradas por las fuerzas anglo-americanas y por el Ejército Nacional Yugoslavo respectivamente. En 1954 se otorgó a Italia el gobierno provisional de la zona, pero no será hasta 1975 cuando se resuelva esta situación de inestabilidad con la aplicación del Tratado de Osimo, que dividía definitivamente el llamado Territorio Libre de Trieste entre Italia y Yugoslavia.
Por supuesto, la ciudad de Trieste, cuyos límites se pierden entre la inmensidad del cielo azul y del agitado mar, es reflejo de sus acontecimientos históricos y cada uno de sus rincones cuenta en susurros lo que allí se vivió. Fue en la plaza de dell’Unita, centro actual de la vida urbana, donde se celebró la anexión a Italia en 1954. Es el impresionante castillo de Miramar a 7 km. de la ciudad, el que explica al visitante que allí residieron los Habsburgo o la Risiera de San Sabba la que silenciosamente deja entrever el horror de los campos de exterminio.
Igual que sucede en muchas otras ciudades italianas, como Roma o Florencia, también en Trieste hacer un recorrido por sus calles es hacer un recorrido por la historia.
Fuente: Sobreitalia.com
Fotos enviadas por Piero Giuffre

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