Italia vivió su Fiesta Nacional recordando a las víctimas de los terremotos
Italia celebró hoy el 66 aniversario de la República con el
tradicional desfile militar en la Vía de los Foros Imperiales, de Roma,
en un clima de sobriedad por la muerte de 24 personas en los dos grandes
terremotos registrados el 20 y 29 de mayo en la región norteña de
Emilia Romagna.
El desfile, que presidió el Jefe del Estado,
Giorgio Napolitano, estuvo dedicado a esas víctimas, a los 250 heridos y
a los más de 15.000 evacuados y comenzó con un minuto de silencio en
memoria de los fallecidos.
Los estandartes de las regiones de
Emilia Romagna, Lombardia y Véneto, así como lo de las provincias de
Modena, Bolonia, Ferrara, Mantua, Reggio Emilia y Rovigo, las zonas
afectadas por los temblores, fueron colocadas en la tribunal de honor
del desfile, al lado del jefe del Estado.
La celebración del
desfile fue duramente criticada por colectivos de ciudadanos, que a
través de las redes sociales, pidieron que se anulara y el dinero que
cuesta su organización destinado a los damnificados de los terremotos.
En esa línea, los partidos Liga Norte e Italia de los Valores (IDV) no asistieron hoy al desfile.
El
dirigente de la Liga Norte Roberto Maroni, exministro de Interior con
Silvio Berlusconi, dijo hoy que consideran "inoportuno" un evento como
este "mientras que han muerto numerosas personas, otras sufren y otras
lo han perdido todo y el Estado celebra una fiesta con comidas y tirando
el dinero a la basura".
El presidente Napolitano defendió el
desfile como un símbolo de "unidad" en estos difíciles momentos de
Italia tras el terremoto y un reconocimiento a los militares italianos
que prestan servicios en misiones de paz en el extranjero y a los
militares que han colaborado junto a Protección Civil en la ayuda a los
afectados por los temblores de tierra.
Al contrario que en otras
ocasiones y en señal de respeto, el desfile no fue abierto ni cerrado,
como es tradición, por los nueve aviones de la patrulla acrobática de la
Aeronáutica Militar "Frecce Tricolori" (Flechas tricolores), que
sobrevuela el cielo de Roma dejando a su paso los colores de la bandera
nacional.
En esa línea sobria y de recogimiento, la música de las
banda y los cantos militares se interrumpieron a su paso por el palco
presidencial, desfilando sólo con el sonido de los tambores.
Incluso
los "bersaglieri", el cuerpo militar famoso por el gorro de largas
plumas que portan y que siempre se mueve corriendo, dejaron de tocar sus
alegres música a su paso por el palco.
La única excepción fue la
de la Brigada Sassari, que desfiló con música y el canto de su himno,
que habla de orgullo nacional y dolor.
El desfile duró sólo 50
minutos, en vez de los 80-90 de otras ocasiones y por los Foros
Imperiales sólo pasaron 2.000 militares, frente a los 2.500 previstos o
los 6.500 del pasado años, cuando Italia celebró, además, el 150
aniversario de su unidad y asistieron al evento cerca de un centenar de
jefes de estado de todo el mundo, entre ellos el rey Juan Carlos I de
España.
También desfilaron representantes de países aliados de
Italia, con banderas, entre ellos España y Grecia, y donde están
presentes tropas italianas.
La jornada del Día de la República
comenzó con la tradicional ofrenda de una corona de laurel ante el
Monumento al Soldado Desconocido, en el Altar de la Patria, en la
céntrica plaza Venecia por parte del presidente Napolitano.
El
jefe del Estado estuvo acompañado de primer ministro, Mario Monti, y los
titulares del Senado y la Cámara de Diputados, Renato Schifani y
Gianfranco Fini, así como del presidente del Tribunal Constitucional,
Alfonso Quaranta, y numerosos ministros.
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