Taranto

Hay numerosas leyendas relacionadas con los orígenes de Taranto. Una de ellas es que fue fundada por la deidad espartana “Falanto”; según otras lo hizo “Taras”, hijo de “Poseidon” y de una “ninfa” de la región; pero lo más probable es que los fundadores fueron “pártenios” es decir hijos ilegítimos de espartanos, nacidos mientras sus padres estaban luchando lejos de su tierra. Estos intentan una revolución en Esparta, que al fracasar deben emigrar y es así como fundan la colonia griega de Taras, muy bien ubicada, no tardaría en convertirse en la primera Ciudad de la Magna Grecia , que los romanos denominan Tarentum y siglos posteriores al formar parte del Reino de Nápoles y de las Dos Sicilias, será el Principado de Tarento. En 1861 se incorpora a Italia como Taranto.
Conocida modernamente por el bombardeo que a comienzos de la segunda guerra mundial realizaron aviones de la Royal Navy y que al provocar hundimientos o daños de grandes proporciones en varios de los mejores barcos de la Regia Marina Italiana, dejo a los británicos durante un tiempo como dueños del Mediterráneo. La acción bélica provocó también la destrucción de importantes monumentos griegos y romanos.
Es un importante centro industrial, considerado el mayor Centro Siderúrgico de Europa.
La ciudad está dividida en tres partes: la septentrional alberga la zona industrial, cruzando el “Ponte di Porta Napoli” se llega a la isla o parte central, donde se encuentra Città Vecchia o Borgo Antico y por el “Ponte Girevole” se pasa a la parte meridional o Ciudad Moderna, Borgo Nuovo, que es el corazón administrativo y comercial. En el extremo meriodinal de la isla se encuentra el “Castello Aragonese” que domina la entrada y salida de los buques de guerra y de las barcas pesqueras por el estrecho canal que une los dos “mares”, el denominado Mare Piccolo, que no es más que una gran laguna, donde se crían las famosas ostras de Taranto y el Mare Grande, que es una gran bahía protegida por diques y la isla de San Pietro.


Taranto y sus Monedas:

Moneda de plata cuyo grabado presenta a Taras, hijo no reconocido, en muchos libros de mitología, del anciano Poseidón. Cuentan que ya mayor cayó al mar muy lejos de la costa e imploró ayuda al padre, rey del mar. Al momento apareció un gran delfín y montado sobre él llegó hasta la costa donde luego fundadaría la ciudad de Taranto.


Enviado por Juan Bevans, profesor y miembro de la sociedad italiana de Ing.White.

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