Autos antiguos: ¿Te acordás del Topolino de Aníbal?
Quienes hayan vivido la década del ochenta, recordarán "Aníbal, un pelotazo en contra", el personaje interpretado por el actor Juan Carlos Calabró en el programa "Calabromas", quien con un humor sano y sencillo hacía reír a los televidentes de aquella época. En sus conversaciones nunca faltaba su Topolino, sobre todo a la hora de invitar a las chicas a dar una vuelta por los barrios porteños.
Tanto Calabró como este pequeño auto, han quedado en la historia de la televisión y el cine, ya que también lo acompañó en películas como "Mingo y Aníbal, dos pelotazos en contra", interpretada junto al genial Juan Carlos Altavista.
La historia de un mito
Tanto Calabró como este pequeño auto, han quedado en la historia de la televisión y el cine, ya que también lo acompañó en películas como "Mingo y Aníbal, dos pelotazos en contra", interpretada junto al genial Juan Carlos Altavista.
La historia de un mito

El proyecto estuvo bajo la dirección de Dante Giacosa, apoyado por Antonio Fessia (dirección técnica) y Rodolfo Schaeffer (estudio de diseño) quienes configuraron el vehículo y le aseguraron la capacidad de alcanzar unos 70 km/h de velocidad máxima con un motor de una potencia de 13 CV. El 500 A Topolino, con sus 3,215 metros de longitud total, sería en aquel momento el automóvil más pequeño construido en serie y su precio rondaría las 9 000,00 liras de aquel entonces.
El pequeño auto se ajustó de maravillas a la época: los duros años treinta, la Segunda Guerra Mundial y los años de la post-guerra. Fueron tiempos donde los recursos escaseaban y automóviles de su tipo crearon los cimientos de la recuperación, a la vez que proporcionaron a sus propietarios una ayuda invaluable que hoy desde nuestra cómoda poltrona en el siglo XXI tal vez no seamos capaces de imaginar.
El Topolino jamás alcanzó 100 km/h, a pesar de que sucesivas versiones mejoraron su motor original de válvulas laterales. FIAT fue desarrollando el 500 en la pos-guerra, haciéndolo más versátil, rápido y moderno. Primero le sustituyó el motor de válvulas laterales por uno de válvulas en cabeza, el cual elevaría la potencia hasta los 16,5 CV, luego introdujo la carrocería Giardiniera de cuatro plazas y, por último, el estilo del 500 C adaptado a necesidades y el gusto de la clientela de los cincuenta. Así se mantendría en producción hasta 1955 cuando otro gladiador saldría saldría a la arena: el FIAT 600..
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