Verona: eterna como el amor de Romeo y Julieta



Verona es una ciudad de 265.083 habitantes, situada al norte de Italia, capital de la provincia del mismo nombre, una de las siete provincias de la región del Véneto.
Es uno de los lugares más atractivos e interesantes de Italia, es la ciudad monumental más hermosa del Véneto después de Venecia. Cercana a los lugares de mayor interés turístico del norte de este país, es un dinámico centro de economía moderna.
Está rodeada de colinas y atrapada por un meandro del río Adige, a unos 30 kilómetros al este del Lago de Garda.

Historia
Con la conquista del valle del río Po, alrededor del año 300 antes de Cristo, el territorio de Verona quedó bajo el Imperio Romano. La ciudad se convirtió en colonia romana en el año 89 ac y municipo en el 49 ac. Posteriormente se convertiría en importante objetivo de los ostrogodos, lombardos y francos. El apogeo de la ciudad coincidió con la señoría de los Scaligeri, que gobernaron por delegación del emperador desde 1260 hasta 1387. A continuación la ciudad pasó a depender de los Visconti de Milán, hasta que en 1405 se impuso el dominio veneciano. Desde 1509 a 1517 la ciudad estuvo en poder del emperador Maximiliano I.
Verona fue ocupada por Napoleón en 1797, Verona se convirtió en territorio austriaco cuando Napoleón firmó el Tratado de Campo Formio en octubre de 1797. Los austriacos tomaron el control de la ciudad el 18 de enero de 1798. Tras varias alternativas como consecuencia de las guerras entre Napoleón y los austriacos, quedó definitivamente bajo los austriacos hasta 1866, año que pasó a formar parte de Italia, junto con el Véneto.

Cultura
Verona ha sido considerada por la Unesco patrimonio de la humanidad, debido a la importancia y el valor de sus edificios históricos. Según la página web de la UNESCO, representa un «ejemplo sobresaliente de una fortaleza militar», destacando que «ha conservado un destacado número de monumentos de la antigüedad, los periodos medieval y renacentista».
Verona: escenario romántico y artístico
Por Verónica Gudiña, en 16 de Junio de 2007

Ciudad para el romanticismo
Si recuerdan a Julieta y Romeo, no podrán dejar de lado la romántica ciudad donde transcurre su historia. Verona es por excelencia la ciudad de los enamorados, quienes viajan hasta allí para recorrer la casa de los Capuleto y sumar mensajes de amor a los cientos que ya se han dejado en el balcón de Julieta. Por supuesto, tampoco falta su tumba (en el monasterio San Francesco al Corso) ni la casa de Romeo.
Más allá de ser un destino ideal para que los recién casados disfruten su luna de miel, el pasado de Verona la convierte en un sitio interesante para recordar datos históricos. Basta citar algunos antecedentes para despertar la curiosidad turística: allí residió Pipino, hijo de Carlomagno; durante la Edad de Oro, con el señorío de los Scaligeri, edificios magníficos y el arte y la cultura inundaron la región y atrajeron a artistas y poetas como Dante Alighieri, Petrarca y Giotto. Al llegar Napoleón, Verona se convirtió en escenario de numerosas batallas. Luego de ser un fuerte militar del imperio austríaco, en 1866 se convirtió en una ciudad perteneciente al Reino de Italia.
La fuente de La Madonna Verona (1368), La Arena, el Ponte Pietra, el Domus Mercatoru, el Palazzo Maffei (1668), la Piazza dei Signori… muchísimas son las estatuas, frisos, frescos, portones, inscripciones, ventanas medievales y fuentes que se conservan en Verona.
Pero, con tantas huellas del pasado para contemplar, no olvides visitar el centro comercial, la peatonal Via Giuseppe Mazzini, donde se encuentran lujosas tiendas como las de Gucci, Prada, Etro, Louis Vuitton y Versace.



Fuente: Wikipedia-Donde viajar.es

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